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A través de continuos muestreos y de acuerdo ala norma 127 NOM-127-SSA1-1998 y medidas de regulación, la Comisión Estatal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COEPRIS) en Reynosa ha avala que el agua potable suministrada por la COMAPA cumple con las normas oficiales mexicanas en cuanto a los niveles de cloro residual libre en la red de distribución de agua potable.
De acuerdo con las indicaciones de la Ingeniero Químico Priscila Leija McDonald, Jefa de la Planta Potabilizadora "Rancho Grande", el beneficio principal del agua potable clorada es la protección de la salud pública a través del control de las enfermedades transmitidas por el agua. La cloración desempeña una función primordial en el control de los agentes patógenos presentes en el agua, tal como lo demuestra la virtual ausencia de enfermedades transmitidas por el agua, como la tifoidea y el cólera. Así, la COMAPA previene el esparcimiento de estos virus que han brotado en forma de epidemia en otras zonas del país.
Estudios realizados por la OMS revelan que la desinfección con cloro es la mejor garantía de un agua microbiologicamente segura, entre ellos destacan:
- Germicida potente. Se ha demostrado que el uso del cloro reduce el nivel de los microorganismos patógenos en el agua potable hasta niveles casi imposibles de medir.
- Cualidades residuales. El cloro produce una acción desinfectante residual sostenida que es "única entre los desinfectantes de agua en gran escala disponibles". La superioridad del cloro como desinfectante residual sigue siendo válida hasta hoy. La presencia de un residuo sostenido mantiene la higiene del agua potable final desde la planta de tratamiento hasta el grifo del consumidor.
- Control del gusto y olores. La cloración del agua potable reduce los gustos y olores. El cloro oxida muchas sustancias que se presentan naturalmente, tales como las secreciones de algas malolientes y los olores de la vegetación en descomposición, lo que da como resultado agua potable inodora y con mejor sabor.
- Control del crecimiento biológico. La potente acción germicida del cloro elimina las bacterias, mohos y algas. El cloro controla estos organismos molestos que por lo general crecen en los reservorios, en las paredes de las troncales de transmisión de agua y en los tanques de almacenamiento.
- Control químico. El cloro en el tratamiento del agua destruye el sulfuro de hidrógeno y elimina el amoníaco y otros compuestos nitrogenados que tienen sabores desagradables y obstaculizan la desinfección.
A través de la cloración, la COMAPA de Reynosa mantiene el control de la calidad del agua en la ciudad y la COEPRIS constata que los niveles de dicha cloración están en completa norma del agua potable suministrada.